Hace siglos, la gente vivía en cuatro reinos diferentes.
Esford se encontraba al norte, Orin al este, Caratas al sur y Jerro al oeste.
Una poderosa familia llamada Regiises vio el potencial en la unión de los cuatro reinos. Los miembros de la familia tenían una gran influencia en Orin y Jerro, por lo que estos dos reinos se fusionaron rápidamente. Entonces Esford y Caratas se aliaron para tener una oportunidad contra Orin y Jerro en caso de guerra. Después de varios años, la familia Regiises, con sus habilidades de negociación y su influencia, logró firmar un pacto de “Unidad” con los cuatro reinos. Este pacto selló la paz y estableció fronteras abiertas para las relaciones comerciales. El reino unido se llamó Pangea.
Los Regiises hicieron de Pangea un glorioso imperio, que fue llevado a la prosperidad y el conocimiento con la ley y el orden.

Un día, una gran desgracia estalló sobre Pangea.
El cielo se oscureció y surgió una tormenta. La gente sintió el desastre, y aún así no sabían qué era lo que les aterrorizaba.
Después de que la tormenta se calmó y la población comenzó a limpiar, cada vez menos gente volvió a la aldea.
Un equipo de reconocimiento encontró extrañas grietas en el suelo en busca de los desaparecidos, de las cuales surge un inexplicable hedor.
Sin embargo, el olor era el problema más pequeño que tenía la gente. Las grietas comenzaron a brillar y salieron criaturas que instantáneamente atacaron y mataron a la gente. Después de que los guerreros mataran a todos los monstruos, las grietas parecían extinguirse o incluso desaparecer, pero esto era una falacia.
Un número infinito de criaturas parecen venir del infierno. Las grietas se reactivan una y otra vez a intervalos irregulares o reaparecen en otro lugar y escupen criaturas del inframundo durante su ardiente resplandor.

Se cree que Orin y Esford fueron tragados por una enorme grieta y están atrapados en el infierno para siempre.
Debido al caos y al peligro de los monstruos creados por la noche de los Infernumantis, Jerro y Caratas se separaron de nuevo y rompieron el Pacto de Unidad. Sin un fuerte liderazgo, los residentes volvieron al viejo odio de hace cientos de años.
Jerro culpó a los residentes de Caratas por causar el desastre.
Caratas, por otro lado, creía que Jerro sólo quería encubrir lo que hicieron con tales acusaciones.
Una amarga guerra estalló y las ciudades se separaron. Todas las relaciones de acción fueron truncadas. Un nuevo lenguaje ha surgido en Jerro a lo largo de los años.
Esto hizo que todas las negociaciones posteriores a lo largo de los años fueran extremadamente difíciles, por lo que la guerra continuó a pesar del peligro de las criaturas.
La enemistad entre Jerro y Caratas continúa hasta el día de hoy.

¿Puedes adivinar qué pasó realmente y quién fue el responsable de la noche de los Infernumantis?
¿Puedes encontrar los imperios perdidos Esford y Orin?